Fish - Feast of Consequences - "Blind to the Beautiful"

                        
 

                 

 Si la primera vez que escuché   "Feast of Consequences" ,  hubiese sido con los ojos cerrados , sin saber de quién es el disco, hubiera dicho que es de Peter Gabriel, y me hubiera equivocado.

 El parecido de la voz de Fish, ex-vocalista de Marillion, con la de Peter Gabriel es asombroso. En este disco, Fish llega a mimetizarse de tal manera que es difícil diferenciarlos. 

 "Feast of Consequences", editado en 2013, es un álbum oscuro y complejo que puede resultar arduo de escuchar la primera vez, pero es de esos discos que te van atrapando poco a poco. Una vez que te engancha, querrás escucharlo una y otra vez, y en cada nueva escucha encontrarás nuevos motivos para seguir disfrutándolo.

 Fish ha adecuado el tono de su voz a una nueva textura vocal en este disco, susurrándonos en vez de cantar, logrando un clímax musical perfecto en cada canción.

 En el tema "High Wood", que es la pieza más carismática, comienza con un suave piano y Fish casi recitando, subiendo de intensidad a medida que avanza la canción. 

Esto mismo sucede con "Crucifix Corner". 

 Este es un disco en el que Fish ha interiorizado las vivencias de su abuelo en la Primera Guerra Mundial y las ha plasmado en cada rincón de este álbum. "Feast of Consequences" es una obra que revela una profunda conexión emocional y artística, demostrando una vez más el talento de Fish para crear música que resuena en el alma.

 "Blind to the Beautiful" es una canción, que destaca por su profunda carga emocional y su mensaje poderoso sobre el estado del mundo y nuestra desconexión con la naturaleza. La canción aborda temas como el cambio climático y la destrucción ambiental, reflejando una preocupación genuina por el futuro del planeta. 

Fish, con su inconfundible voz y su habilidad para contar historias, nos lleva a través de una experiencia auditiva que es tanto conmovedora como reflexiva.

 "Blind to the Beautiful" comienza con una melodía suave y melancólica que va construyéndose en intensidad, acompañada por letras que evocan imágenes vívidas de un mundo en deterioro. La combinación de su voz, casi susurrante al principio, y la instrumentación que crece en complejidad y fuerza, crea un clímax emocional que deja una impresión duradera.