“Raintown” de Deacon Blue: La Lluvia que Empapó Glasgow en Oro Pop


                    

“Raintown” de Deacon Blue: La Lluvia que Empapó Glasgow en Oro Pop

En la grisácea década de los 80, cuando el pop escocés se teñía de melancolía industrial y sueños post-punk, surgió un debut que capturó el pulso húmedo de Glasgow como pocos: Raintown, el álbum homónimo de Deacon Blue, lanzado el 26 de mayo de 1987 por Columbia Records.

Escrito mayoritariamente por el carismático vocalista Ricky Ross —inspirado en sus raíces como profesor de literatura en la ciudad—, este disco no es solo una colección de canciones; es un retrato sonoro de la vida urbana bajo la lluvia perpetua, un concept album implícito sobre la lucha cotidiana, el amor frustrado y la dignidad obrera en el corazón de Escocia.

Vendió cerca de un millón de copias en el Reino Unido, escaló al #14 en las listas de álbumes y se mantuvo en el Top 100 durante 18 meses, gracias a singles reeditados y una gira incansable que forjó una base de fans leal. Aunque la banda —nombrada por la canción Deacon Blues de Steely Dan— nunca alcanzó la estratosfera de U2 o Springsteen, Raintown permanece como su obra maestra indiscutible, un sleeper hit que brilla con la sofisticación del sophisti-pop .

Grabado entre diciembre de 1986 y febrero de 1987 en los legendarios Air Studios de Londres, bajo la producción experta de Jon Kelly (quien había trabajado con Kate Bush y Paul McCartney), el álbum destila una atmósfera dreich —esa palabra escocesa para un día lluvioso y deprimente que Ross adora—.

La portada, una fotografía icónica de Oscar Marzaroli, muestra el West End de Glasgow bajo un diluvio, con la grúa Finnieston como testigo silencioso de la decadencia postindustrial.
“Nació de la tormenta”, explica Ross, refiriéndose tanto al clima como a la efervescencia creativa de una banda joven: Ricky Ross en voz y piano, Lorraine McIntosh en coros (su timbre bluesy divide opiniones pero añade profundidad emocional), Graeme Kelling en guitarra, Ewen Vernal en bajo, James Prime en teclados y Dougie Vipond en batería.

Influenciado por Van Morrison y Paddy McAloon de Prefab Sprout, Ross tejió letras poéticas sobre la alienación de la ciudad, donde la lluvia no es enemiga, sino confidente. El resultado: 11 pistas (más intros)  45 minutos que fusionan pop melódico con toques de soul y rock suave, masterizadas por Tim Young para un sonido cristalino y analógico que envejece como un buen whisky.

Raintown fue un éxito lento pero sostenido, atrayendo elogios de la prensa —Prog Magazine lo llamó “el debut perfecto del pop escocés”— y celebrando su 30 aniversario en 2017 con un especial de BBC Radio Scotland presentado por Ian Rankin, quien lo vincula a su detective Rebus como banda sonora de Edimburgo lluviosa.



Born in a Storm (1:32) – Un intro poético de piano cascading, como gotas en una ventana, que evoca el nacimiento turbulento de la banda.
Raintown (3:51) – El himno titular, un lamento por el exilio emocional en la ciudad gris; McIntosh casi lo “arruina” con su voz cruda, pero añade alma.
Ragman (3:08) – Inspirada en un encuentro fallido de Ross con un ídolo musical, un blues callejero sobre oportunidades perdidas.
He Looks Like Spencer Tracy Now (3:51) – Retrato nostálgico de un amigo envejecido, con teclados misteriosos de Prime que recuerdan a Real Gone Kid.
Loaded (4:17)Groove soulful sobre ambición y vacío, con coros de McIntosh en su mejor forma contenida.
When Will You (Make My Telephone Ring)? (4:14) – Balada romántica de anhelo telefónico, un single que capturó el zeitgeist de los 80.
Chocolate Girl (3:15) – Dulce y agridulce oda a una musa inalcanzable, con influencias de Steely Dan en los arreglos.
Dignity (4:17) – El single principal que atrajo a CBS; un himno obrero sobre el orgullo en la pobreza, con un riff inolvidable.
The Very Thing (3:33) – Exploración introspectiva del deseo, con guitarra sutil de Kelling.
Love's Great Fears (3:41) – Dúo vocal tenso entre Ross y McIntosh, sobre terrores románticos bajo la lluvia.
Town to Be Blamed (5:22)Cierre épico, culpando a la ciudad por sus pecados, con un crescendo catártico.

                


💧 “Dignity”: Orgullo Bajo la Lluvia

“Dignity” es la joya luminosa de Raintown. Escrita por Ricky Ross en un pequeño apartamento de Glasgow antes de que la banda siquiera existiera, la canción narra el sueño de un trabajador que aspira a comprarse un pequeño bote y navegar lejos de la rutina.
Su protagonista anónimo, con las manos gastadas y el corazón intacto, simboliza la esperanza silenciosa del ciudadano común. Musicalmente, combina un ritmo de pop cristalino con una melodía ascendente que transmite la sensación de libertad soñada.

Con su estribillo inolvidable —“And I’ll sail her up the west coast, through villages and towns”—, “Dignity” se convirtió en un himno obrero moderno, tan relevante hoy como en los 80. Deacon Blue la tocó en el Live 8 y en innumerables festivales escoceses, donde la multitud suele corearla bajo la lluvia, como si cada gota recordara la promesa de una vida mejor.


🌧️ “Town to Be Blamed”: La Ciudad y sus Pecados

Cerrando el álbum, “Town to Be Blamed” es la catarsis emocional de Raintown. Si “Dignity” representa la fe, esta canción encarna la culpa y el desencanto. Con una instrumentación densa y una interpretación desgarrada de Ross, el tema señala a la propia Glasgow como culpable de las derrotas personales y colectivas de sus habitantes.

Su estructura, que crece lentamente hasta un clímax casi espiritual, recuerda al soul gótico de Van Morrison y a la intensidad narrativa de Springsteen. La lluvia, omnipresente, deja de ser refugio para convertirse en juicio. Es un cierre perfecto, un espejo que devuelve al oyente al principio del álbum, al mismo cielo gris que nunca deja de llover, pero que también purifica.

                 


☁️ Legado Bajo la Lluvia

A casi 40 años de su lanzamiento, Raintown resuena en un mundo post-pandemia, donde la introspección citadina vuelve a ser refugio. Comparado con The Blue Nile, Deacon Blue optó por accesibilidad sin sacrificar profundidad, influyendo en bandas como Travis o en el indie folk actual.

Para fans del pop narrativo o buscadores de himnos escoceses, Raintown no moja: inunda de emoción eterna.






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