Magna Carta – The Fields of Eden - “Greenhold Hill”






             

 


🌿 Magna Carta – “Greenhold Hill”
La cima donde habitan los recuerdos

Hay grupos de música que llegan a ti cuando eres un chaval, te marcan con su sonido y te acompañan mientras creces, como una banda sonora secreta de tu vida. Pero con el tiempo, casi sin darte cuenta, te alejas de ellos. Siguen en algún rincón de tu memoria, presentes pero silenciados. Y entonces, un día, como por casualidad, vuelven a ti. Escuchas una canción, un disco, y la emoción regresa intacta. Es como reencontrarse con un viejo amigo: todo está donde lo dejaste, como si el tiempo no hubiera pasado. Eso me ha sucedido con Magna Carta y con este nuevo disco del que, sin exagerar, me he vuelto a enamorar.

Hace poco leí lo siguiente  (Muchos de vosotros sabréis que en la pared opuesta al mítico club The Cavern (y al lado del Cavern Pub) de Liverpool se pueden ver numerosos ladrillos de miles de artistas y bandas que han tocado en este local.

Para celebrar el 65 cumpleaños de Chris Simpson el domingo 20 de agosto de 2007, el presentador de BBC Radio Spencer Leigh le entregó a Chris un ladrillo con el nombre MAGNA CARTA, en presencia de muchos fanáticos y amigos de MC, después de que Magna Carta tocara un concierto único en The Cavern.)

Sabemos que varias personas han estado buscando el ladrillo… ¡y ahora podemos revelar que realmente está ahí!
Hace unas semanas, el propio Chris Simpson miembro de Magna Carta estuvo en el lugar para verlo con sus propios ojos. Esta anecdota me hizo buscar la nueva música del grupo que tenía un poco olvidado y descubrí 
“Greenhold Hill”

“Greenhold Hill”

Hay canciones que parecen escritas para durar con el paso de los años. Canciones que no se recuerdan, sino que vuelven a nosotros como si siempre hubieran estado ahí, resonando en lo más profundo de nuestra memoria. Una de ellas es “Greenhold Hill”, una pieza luminosa y nostálgica incluida en el álbum The Fields of Eden (2015), obra tardía y maravillosa del grupo Magna Carta.

Este disco —publicado cuando Chris Simpson ya llevaba más de cuatro décadas como guardián de la esencia de Magna Carta— es una mirada madura y melancólica a la Inglaterra rural, a los paisajes perdidos, a la gente sencilla y las tierras que el tiempo y el progreso han ido erosionando. En medio de ese mapa emocional, “Greenhold Hill” se levanta como una colina de infancia, de libertad, de eternidad callada.

🌄 Una canción para mirar desde lo alto
Greenhold Hill is lonely now…”, canta Chris Simpson con esa voz cálida, envejecida por la vida, pero intacta en su capacidad de emocionar. La letra es un poema sobre el paso del tiempo, sobre un lugar concreto que ya no es lo que fue, pero que sigue vivo en el recuerdo. La colina —ese punto elevado donde jugaban los niños, donde corría el viento libre— se convierte en símbolo del paraíso perdido.

La instrumentación es tan sencilla como efectiva: guitarras acústicas de sonido transparente, una melodía que fluye con suavidad y una interpretación vocal que es todo ternura, todo susurro. Como ocurre con muchas canciones de Magna Carta, aquí lo importante no es la grandilocuencia, sino la capacidad de sugerir, de evocar, de tocar el alma sin levantar la voz.

🍃 La herencia del folk más puro
“Greenhold Hill” se inscribe en la mejor tradición del folk británico pastoral, esa que mira más al campo que a la ciudad, más a la introspección que a la protesta. Hay en ella ecos de artistas como Ralph McTell, Al Stewart o incluso Richard Thompson, pero siempre con la firma inconfundible de Simpson: una mezcla de lirismo sencillo, espiritualidad laica y amor profundo por la tierra y sus historias.

En The Fields of Eden, Magna Carta reflexiona sobre lo que queda cuando todo parece desvanecerse: los árboles talados, los trenes que ya no pasan, los rostros olvidados... pero también los lugares donde el alma sigue regresando, como un niño que vuelve al campo de juego donde fue feliz. “Greenhold Hill” es ese lugar.

🕊 Una despedida sin tristeza
Pese a su tono melancólico, “Greenhold Hill” no es una canción triste. Es una despedida serena, una mirada agradecida hacia un tiempo y un lugar que ya no están, pero que viven en la memoria con más fuerza que nunca. Y ese es el milagro de la buena música: transformar la pérdida en belleza, el recuerdo en refugio.

Escuchar esta canción es como sentarse en la cima de una colina al atardecer, dejando que el viento acaricie el rostro mientras la vida entera pasa ante nuestros ojos, no con dolor, sino con amor.


              

📜 Un grupo olvidado que merece ser recordado

Magna Carta no ha sido nunca un grupo de culto. Es, más bien, uno de esos grupos un tanto residuales incluso en sus buenos tiempos, allá por el año 1973 cuando editaron uno de sus mejores discos: The Lord of the Ages. Es curioso que nunca llegaran a las grandes masas a pesar de la enorme calidad que poseían. Incluso hoy en día, cuando recupero ese disco y lo vuelvo a escuchar, me resulta enormemente fresco y atractivo. Se nota que ha envejecido muy bien, aguantando con dignidad el paso de los tiempos, todo ello debido al buen trabajo de los músicos que componían el grupo.

Debo reconocer que tengo en mi debe el seguir de nuevo a este grupo, ya que, al hacer este artículo, descubro que siguen en activo, y me abruma el no haberles seguido la pista.

🌾 Origen y legado
En el pintoresco año de 1969, en la vibrante ciudad de Yorkshire, nacía un grupo que marcaría la historia de la música folk británica: Magna Carta. Fundado por Chris Simpson (13 de julio de 1942), este trío comenzó su travesía musical con la unión de voces y talentos únicos. A Simpson se unieron el talentoso cantante Glen Stuart y el guitarrista australiano Lyell Tranter, formando un trío que muy pronto destacaría por su sensibilidad acústica.

Bautizado como Magna Carta, este grupo no solo adoptó el nombre de uno de los documentos más influyentes en la historia legal, sino que también buscó plasmar su propia narrativa a través de la música. Su sonido era una fusión armoniosa de voces cálidas y guitarras de filigrana, explorando tanto la tradición folk como incursiones en un terreno más lírico y progresivo que ellos mismos definieron como folk progresivo.

A lo largo de los años 70, crearon discos inolvidables como Seasons, Songs from Wasties Orchard, y Lord of the Ages. Fue este último el que me abrió por primera vez las puertas del universo Magna Carta, y el causante de que me convirtiera en un adepto a su causa sonora y poética.

🔚 “Greenhold Hill” es solo una pequeña muestra del enorme tesoro que representa Magna Carta. Redescubrirlos hoy, en tiempos de tanta saturación sonora, es como volver a casa tras una larga caminata bajo la lluvia y encontrar la chimenea encendida. Su música nos espera aún, serena y luminosa, sobre aquella colina donde todo empezó.



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