David Bowie: I Can't Give Everything Away (2002-2016) – El Cierre Definitivo de una Era Legendaria

 


                 



David Bowie: I Can't Give Everything Away (2002-2016)El Cierre Definitivo de una Era Legendaria

En el vasto legado de David Bowie, uno de los artistas más innovadores y camaleónicos del siglo XX, el box set I Can't Give Everything Away (2002-2016) representa no solo el epílogo de su carrera musical, sino también un testimonio conmovedor de su madurez artística.

Publicado el 12 de septiembre de 2025 por ISO Records y Parlophone, este conjunto de 13 CDs (o 18 LPs en vinilo) cierra la aclamada serie de box sets que, desde 1969, documenta toda su obra. Nombrado en honor a la emotiva canción final de su último álbum, ★ (Blackstar), el lanzamiento reúne remasters, material inédito y rarezas que revelan la profundidad reflexiva de un Bowie en su etapa final, marcada por la paternidad tardía, la introspección y, sutilmente, la conciencia de su mortalidad.


David Bowie: El Regreso Triunfal en la Última Década

Bowie, nacido David Robert Jones el 8 de enero de 1947 en Brixton, Londres, revolucionó la música con su fusión de glam rock, soul, electrónica y experimentalismo a lo largo de cinco décadas.

Tras un período de relativa quietud en los años 90 y principios de los 2000 —interrumpido por un infarto en 2004—, resurgió con fuerza en 2002 gracias a Heathen, iniciando una etapa creativa que equilibraba el rock enérgico con matices jazzísticos y existenciales. Esta era, culminada con Blackstar en 2016 (lanzado apenas dos días antes de su muerte), refleja a un artista más introspectivo, padre nuevamente (con su hija Lexi, nacida en 2000), y profundamente consciente del legado que dejaba atrás.

De la mano de Tony Visconti, su productor y cómplice desde los años 70, Bowie exploró ansiedades globales, el paso del tiempo y la muerte en discos como Reality (2003), The Next Day (2013) y Blackstar. Aunque dejó de girar tras Reality, su influencia se expandió a través de colaboraciones con Arcade Fire, TV on the Radio y el musical Lazarus (2015).


I Can't Give Everything Away (2002-2016): Una Colección Exhaustiva y Emotiva

El box set, disponible en CD, vinilo de 180g y digital, es el sexto y último de la serie Eras. Incluye:

  • Álbumes de estudio remasterizados: Heathen (2002), Reality (2003), The Next Day (2013) y Blackstar (2016).

  • EPs póstumos: The Next Day Extra y No Plan.

  • Conciertos en vivo: A Reality Tour (remasterizado y resecuenciado) y un set inédito del Montreux Jazz Festival 2002.

  • RE:CALL 6: 41 rarezas, B-sides, remixes, colaboraciones y versiones difíciles de encontrar.

Acompañado de un libro de 128 páginas con letras manuscritas, fotos inéditas y textos exclusivos, el box es considerado por críticos como “un cierre radical” (The Quietus), un documento donde Bowie enseña, sutilmente, sobre la vida y la muerte.


La Canción "I Can't Give Everything Away": Un Adiós Poético

La pista homónima, que cierra Blackstar, es también la despedida definitiva de Bowie. Comienza con una armónica que remite a Low (1977), cerrando un círculo vital. Su letra, críptica y llena de imágenes enigmáticas, parece revelar que Bowie sabía más de lo que podía compartir. El estribillo, “I can’t give everything away”, es un adiós cargado de misterio y esperanza.

En 2016 fue lanzada como single póstumo, y aunque sus cifras en listas fueron discretas, pronto se convirtió en una de las canciones más queridas de su repertorio tardío. Trent Reznor (Nine Inch Nails) la remezcló en 2017 como un “Farewell Mix” cargado de emoción.


            


David Bowie: Slow Burn

Dentro de este ciclo creativo destaca también “Slow Burn”, primer single de Heathen (2002).

Producida por Tony Visconti, esta canción se erige como un retrato de la ansiedad y la vigilancia en un mundo post-11S. Con un riff abrasador de Pete Townshend (The Who), y la fuerza rítmica de Tony Levin y Matt Chamberlain, Bowie canta con intensidad sobre ciudades opresivas, paranoia y resistencia silenciosa.

El título alude a una “combustión lenta”, metáfora de la tensión acumulada y de un fuego interior que nunca se apaga. Musicalmente, mezcla la energía del rock clásico con atmósferas melancólicas, convirtiéndose en una de las piezas centrales de Heathen.

Lanzada en mayo de 2002 en Europa, incluyó B-sides como “Wood Jackson” y versiones en vivo. En el box set de 2025, reaparece en su versión remasterizada y también en el histórico Montreux Jazz Festival 2002, donde Bowie la interpretó con un poder abrumador.


Legado: Un Mensaje Eterno

I Can’t Give Everything Away (2002-2016) no solo archiva los últimos años de David Bowie: ilumina un período de madurez artística, sensibilidad y radicalidad creativa. Su música, aún en la cercanía de la muerte, nunca fue resignada, sino intensamente vital.

Con esta colección, Bowie nos recuerda que, aunque no podía darnos todo, lo que compartió fue suficiente para cambiar la historia de la música.

🎧 Escúchalo en streaming, vívelo en vinilo o sumérgete en las rarezas de RE:CALL 6.
¿Y tú? ¿Cuál es tu canción favorita de la última era de Bowie: la introspectiva “I Can’t Give Everything Away” o la poderosa “Slow Burn”?



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