Santana & John McLaughlin – Love Devotion Surrender (1973): El fuego sagrado del alma y la guitarra
En 1973, dos titanes de la música emprendieron una travesía sonora tan espiritual como incendiaria: Carlos Santana y John McLaughlin, guitarristas de mundos paralelos —el primero, ícono del rock latino con su banda Santana; el segundo, líder de la vanguardista Mahavishnu Orchestra y pilar del jazz fusión— se unieron para crear un álbum que es, al mismo tiempo, una ofrenda musical y un acto de devoción espiritual: Love Devotion Surrender.
Inspirados por la figura del místico indio Sri Chinmoy, de quien ambos eran discípulos, el disco nace como un homenaje al espíritu, al amor universal y, sobre todo, a John Coltrane, figura tutelar del jazz espiritual. De hecho, el álbum se abre y cierra con dos reinterpretaciones monumentales de temas del propio Coltrane: A Love Supreme y Naima, que en manos de Santana y McLaughlin se convierten en himnos abrasadores de luz y fuego.
Una fusión celestial
Musicalmente, Love Devotion Surrender es una fusión sin concesiones entre el rock psicodélico, el jazz más audaz y la música espiritual de la India. Los solos de guitarra alcanzan alturas casi místicas, dialogando entre sí como si fueran dos almas en búsqueda de trascendencia. La intensidad de McLaughlin, con su precisión cortante y velocidad cósmica, se funde con el tono más cálido y melódico de Santana, en una danza de contrastes perfectamente equilibrada.
La sección rítmica, compuesta por miembros tanto de la Mahavishnu Orchestra como de Santana (incluyendo a Billy Cobham y Armando Peraza), da al álbum una profundidad polirrítmica inusual, donde cada compás es una invocación y cada cambio de ritmo, una epifanía.
Puntos álgidos del álbum
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"The Life Divine": una explosión de energía espiritual con un solo de McLaughlin que parece cortar el velo entre el mundo terrenal y el divino.
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"Let Us Go Into the House of the Lord": una pieza extensa y meditativa que evoluciona lentamente, llevándonos a un trance musical de casi 15 minutos.
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"A Love Supreme": versión fervorosa del clásico de Coltrane, donde las guitarras rugen como una oración desesperada hacia lo alto.
Más allá de la música
Love Devotion Surrender no fue un disco comercial ni fácil de digerir en su momento. Su intensidad y su carga espiritual lo alejaban del mercado pop, pero hoy es considerado una obra de culto, una joya para los oídos y el alma, especialmente para quienes aman las fronteras difusas entre el rock, el jazz y la mística.
Este álbum es un testimonio del poder transformador de la música cuando se hace desde un lugar auténtico, sin buscar el éxito inmediato, sino la conexión con lo eterno. Como dijo McLaughlin en una entrevista: “No estábamos haciendo un disco; estábamos ofreciendo una plegaria”.
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