🎧 Mike Oldfield – Five Miles Out (1982): entre las nubes y la genialidad
Tras el éxito monumental de Tubular Bells , Ommadawn y un camino musical lleno de exploraciones sonoras, en 1982 Mike Oldfield lanzó uno de los discos más peculiares e inspirados de su carrera: Five Miles Out. Un álbum que mezcla rock progresivo, electrónica, folk y hasta una narrativa de supervivencia aérea, todo con la maestría instrumental que caracteriza al genio británico.
El corazón del disco es sin duda la suite “Taurus II”, una pieza de más de 24 minutos que condensa todo lo que hace único a Oldfield: una construcción épica, instrumentación rica y variada, cambios de ritmo inesperados y ese espíritu celta que late en el fondo de muchas de sus obras. Es una montaña rusa musical que no pierde el pulso en ningún momento, y que sirve como columna vertebral del álbum.
La otra gran joya es la canción que da título al disco: “Five Miles Out”, una narración inspirada en una experiencia real de Mike como pasajero en un vuelo que casi termina en tragedia cuando sobrevolaban los Pirineos en su avion privado . La canción está cargada de tensión, efectos vocales con vocoder, guitarras dramáticas y una sensación constante de altitud, turbulencia y redención. La voz de Maggie Reilly, colaboradora habitual de Oldfield en esa época, aporta el contrapunto melódico perfecto.
El resto del disco, con canciones como “Family Man” (que luego popularizaría Hall & Oates), “Orabidoo” y “Mount Teidi”, completa una obra de transiciones suaves entre lo experimental y lo accesible, donde las melodías bailan entre la tierra y el cielo. En todo momento se nota un equilibrio refinado entre la emoción personal y la técnica musical, algo que pocos artistas logran conjugar con tanta naturalidad.
🌄 Mike Oldfield – “Mount Teidi”: un suspiro instrumental desde las alturas
En el álbum Five Miles Out (1982), una obra cargada de dramatismo y épica, Mike Oldfield también nos regaló un instante de contemplación serena y belleza natural con la pieza instrumental “Mount Teidi”, esta pista funciona como una especie de alto en el camino, una pausa luminosa en medio del torbellino progresivo.
Inspirada en el majestuoso volcán Teide de Tenerife, la canción nos transporta a un paisaje sonoro elevado, limpio y casi espiritual. Desde los primeros compases, se percibe una atmósfera etérea, sostenida por sintetizadores envolventes , aunque el tema empieza de forma un tanto caotica hacia la mitad del tema empieza un delicado juego melódico que poco a poco se va abriendo paso hacia algo más solemne. La guitarra de Oldfield, como siempre, tiene un papel protagonista: suena aquí como un eco lejano que se mezcla con la inmensidad del cielo y la tierra.
Lo más llamativo de “Mount Teidi” es su capacidad para evocar imágenes sin necesidad de palabras. Uno puede cerrar los ojos y sentir el ascenso por las laderas del volcán, la brisa marina, el silencio imponente de las cumbres… y, de pronto, la revelación de un paisaje tan inmenso como pacífico.
Es una pieza breve en duración (poco más de cuatro minutos), pero enorme en capacidad emocional. Refleja ese lado más introspectivo y melódico de Mike Oldfield, el mismo que ya habíamos escuchado en momentos de Ommadawn o Incantations, pero aquí con un carácter más contenido y evocador.
Five Miles Out es un viaje, literal y metafórico. Es Oldfield asomándose al vacío desde la cabina de un avión, confiando en la música como única forma de no caer. Un disco que, más de cuarenta años después, sigue volando alto.

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