🎶 Anderson Bruford Wakeman Howe (1989): Un renacer del espíritu clásico de Yes 🌌
En 1989, mientras la banda Yes vivía una etapa de transición y división creativa, cuatro de sus miembros más emblemáticos decidieron reunirse bajo un nuevo nombre —aunque imposible de disimular su linaje—: Anderson Bruford Wakeman Howe. Este supergrupo, conformado por Jon Anderson, Bill Bruford, Rick Wakeman y Steve Howe, representa la esencia más progresiva y espiritual de Yes, rescatando el alma sinfónica que había quedado diluida en los virajes pop de los años 80.
El álbum homónimo Anderson Bruford Wakeman Howe fue una suerte de declaración de principios. Desde la majestuosidad inicial de "Themes", pasando por joyas como "Brother of Mine" o "Order of the Universe", el disco se desliza por territorios épicos, con letras místicas, pasajes instrumentales virtuosos y una atmósfera que remite directamente a clásicos como Close to the Edge o Going for the One.
Aunque no pudieron usar el nombre “Yes” por cuestiones legales —ya que Chris Squire conservaba los derechos—, este álbum fue para muchos fans el “auténtico Yes” de finales de los 80. El regreso de Jon Anderson a composiciones más ambiciosas, la elegancia percusiva de Bruford, los teclados cósmicos de Wakeman y la guitarra siempre imaginativa de Howe ofrecieron una experiencia musical rica, con un sentido de libertad y exploración sonora que parecía haberse perdido en los álbumes más comerciales de la banda madre.
El disco combina momentos de profunda belleza melódica con secciones instrumentales complejas, reafirmando la capacidad de estos músicos para crear mundos sonoros únicos. También incluye una clara crítica a la industria musical y un anhelo por lo trascendental, elementos que siempre estuvieron presentes en la lírica de Anderson.
🎵 ¿Por qué formaron este grupo?
Durante la segunda mitad de los años 80, Yes estaba dominado por una formación que había tenido gran éxito comercial con álbumes como 90125 (1983) y Big Generator (1987). Sin embargo, ese sonido era más pop-rock con tintes progresivos, muy diferente al estilo sinfónico y espiritual que caracterizó a Yes en los años 70.
Jon Anderson, voz y figura emblemática de Yes, comenzó a sentirse creativamente limitado en esa etapa. Quería volver a un enfoque más progresivo, con composiciones largas, temáticas cósmicas y un sentido más libre del arte. Este deseo lo llevó a reunirse con tres leyendas de la era clásica de Yes: el baterista Bill Bruford, el teclista Rick Wakeman y el guitarrista Steve Howe.
⚖️ ¿Por qué no pudieron usar el nombre de Yes?
Aunque los cuatro miembros eran fundamentales en la historia de Yes, el bajista Chris Squire, único integrante que había estado en todas las encarnaciones de la banda hasta entonces, poseía los derechos legales sobre el nombre "Yes", junto con el management vinculado a la banda de la época (YesWest, como a veces se le llama a la formación con Trevor Rabin y Tony Kaye).
Esto significó que legalmente no podían presentarse como Yes, aunque en la práctica, para muchos fans, ABWH era el “Yes verdadero” de finales de los 80, ya que reunía a los creadores del sonido clásico de discos como Fragile, Close to the Edge y Going for the One.
🌀 Resultado
Así nació ABWH, que no era un proyecto nostálgico, sino una nueva apuesta por un rock progresivo con alma. El disco homónimo de 1989 no solo fue un éxito comercial, sino también un acto de resistencia musical: una reafirmación del arte por encima del negocio.
Curiosamente, esta división no duraría mucho: en 1991, los miembros de ABWH y los de YesWest se reunirían todos en el controvertido proyecto Union (1991), que intentó reunir a ambas versiones de Yes, con resultados dispares pero históricos.
🌠 “Brother of Mine” y “The Meeting” — La esencia espiritual de Anderson Bruford Wakeman Howe 🎶
Dentro del majestuoso álbum Anderson Bruford Wakeman Howe (1989), hay dos canciones que destacan por razones muy distintas pero complementarias: “Brother of Mine” y “The Meeting”. Ambas capturan la dualidad que siempre ha habitado el universo sonoro de Jon Anderson y compañía: lo épico y lo íntimo, lo cósmico y lo humano.
🔱 Brother of Mine – Una suite de unidad y esperanza
“Brother of Mine” es la gran epopeya del disco, una pieza estructurada en tres partes (“The Big Dream”, “Nothing Can Come Between Us” y “Long Lost Brother of Mine”) que recupera el formato de las suites progresivas clásicas. Con más de diez minutos de duración, la canción se erige como un canto a la fraternidad y al entendimiento universal, valores recurrentes en la lírica de Jon Anderson.
Musicalmente, es una maravilla. La entrada orquestal, los cambios de compás, la majestuosidad de los teclados de Rick Wakeman, la guitarra mística de Steve Howe, y la batería siempre creativa de Bill Bruford, todo fluye como un río sagrado. Anderson canta con esa mezcla de ternura y urgencia que lo convierte en un narrador del alma humana.
Es imposible no dejarse llevar por su estribillo lleno de luz: “Long Lost Brother of mine, ...”. Un llamado directo, casi espiritual, a reconectar con lo esencial.
🕊️ The Meeting – Belleza desnuda al piano y voz
Si “Brother of Mine” es una catedral sonora, “The Meeting” es su capilla íntima. Compuesta por Rick Wakeman y Jon Anderson, esta canción es una delicada pieza para piano y voz que condensa, en poco más de tres minutos, una emoción pura y desarmada.
El piano de Wakeman se despliega con una sensibilidad casi impresionista, mientras Anderson canta una melodía que parece flotar en el aire. La letra habla de encuentros más allá del tiempo y del espacio, de esas conexiones que sobreviven a todo, incluso al olvido.
Es una de esas canciones que parecen susurrarte una verdad al oído, perfecta para escuchar en soledad o para reconciliarte con la belleza del instante.
🎧 Recomendación mágica: Escucha “Brother of Mine” seguido de “The Meeting”. El contraste entre ambas revela no solo la amplitud musical del grupo, sino también la profundidad emocional de su mensaje. Dos caras de una misma búsqueda: la del alma por reencontrarse con su origen.


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