Yes - The Yes Album - "Yours Is No Disgrace"

    




         


"Yours Is No Disgrace": El inicio deslumbrante de The Yes Album

 Hablar de The Yes Album es recordar mis primeros pasos dentro del fascinante mundo del rock progresivo. Este fue el primer disco de Yes que compré, y aunque ya había escuchado algo de ellos, enfrentarme por primera vez a un álbum completo fue una experiencia reveladora. Desde el principio, sentí un flechazo. Cada uno de los integrantes me cautivó con su talento único: la voz de Jon Anderson, con su cualidad angelical y casi etérea; la guitarra virtuosa y llena de giros de Steve Howe; el bajo contundente y creativo de Chris Squire; la batería precisa y dinámica de Bill Bruford; y los teclados de Tony Kaye, que aportaban un toque envolvente y elegante. 
 El disco, de principio a fin, es una joya, pero hoy quiero centrarme en su impresionante tema de apertura: "Yours Is No Disgrace".
La esencia de "Yours Is No Disgrace"
  Desde el primer instante, "Yours Is No Disgrace" atrapa con un inicio vertiginoso, donde la banda despliega una energía y complejidad que son pura esencia del rock progresivo. Este tema no es solo una canción; es una epopeya musical que pasa por diversas secciones, cambios de ritmo y atmósferas, mostrando la capacidad del grupo para construir paisajes sonoros que envuelven al oyente.     
¿Qué hace especial a "Yours Is No Disgrace"? 
 La guitarra de Steve Howe: Su presencia es dominante y espectacular, especialmente en los momentos instrumentales. Howe entrega riffs potentes, punteos melódicos y pasajes que rozan lo sinfónico, demostrando por qué es una leyenda de la guitarra progresiva. 
 El bajo de Chris Squire: Más que un acompañamiento, el bajo en este tema es una voz protagonista. Sus líneas son vibrantes, pulsantes y llenas de carácter, construyendo la base rítmica y melódica que sostiene toda la pieza. 
 La batería de Bill Bruford: Su estilo impecable equilibra técnica y emoción. Cada golpe y cambio de ritmo aporta intensidad y fluidez a la composición.
 La voz de Jon Anderson: Con letras enigmáticas que evocan tanto lo personal como lo universal, su interpretación añade una dimensión espiritual al tema. Su voz, única y cautivadora, navega entre las olas de complejidad instrumental con una facilidad asombrosa. Los teclados de Tony Kaye: Aunque a veces menos destacados que en álbumes posteriores con Rick Wakeman, los teclados en esta canción son fundamentales para crear el ambiente grandilocuente y épico que define a Yes.
 "Yours Is No Disgrace" no solo marca el inicio de The Yes Album, sino que también señala un punto de inflexión en la historia de la banda. Fue el primer disco en incluir a Steve Howe y el primero que consolidó el sonido característico de Yes, alejándose de sus raíces más psicodélicas para abrazar plenamente el progresivo. 
 Para mí, este tema representa todo lo que amo del rock progresivo: ambición, virtuosismo, emoción y una conexión casi mágica entre los integrantes del grupo. Cada vez que lo escucho, me transporto a aquellos primeros días de descubrimiento, cuando The Yes Album me abrió la puerta a un mundo de música inagotable y cautivadora.



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