Houses of the Holy es el quinto álbum de la banda británica Led Zeppelin, editado en 1973 por Atlantic Records. Este trabajo rompe con la tradición de los discos anteriores al tener un título no homónimo. También marca un cierto distanciamiento con la fuerte vena blues que había impregnado anteriores trabajos, a cambio de abrirse a otros estilos como el reggae o el funk.
Recuerdo la primera vez que coloqué la aguja sobre el disco Houses of the Holy de Led Zeppelin. Apenas empezó a sonar "The Song Remains the Same", sentí como si hubiera entrado en un estado de nirvana. La guitarra de Jimmy Page, tan sublime y energética, me transportó a otro mundo. Era como si cada nota tocada por él tuviera el poder de hacer vibrar cada fibra de mi ser.
Este álbum se convirtió rápidamente en uno de mis tesoros musicales más preciados. Lo escuché innumerables veces, grabando literalmente cada segundo de este pedazo de disco en mi memoria.
"The Rain Song" siempre me dejaba en un estado de reflexión profunda; su delicadeza y lirismo mostraban al grupo en su máxima expresión emocional. La forma en que cada miembro del grupo aportaba su esencia, creando una balada tan íntima y poderosa, era simplemente mágica.
No puedo olvidar la alegría que sentía cada vez que sonaba "D'yer Mak'er". Su ritmo reggae y el enfoque desenfadado mostraban el lado más juguetón y versátil de Led Zeppelin. Era imposible no moverse al compás de esta canción, dejando que su energía positiva me invadiera completamente.
Y luego estaba "No Quarter", una obra maestra donde se destacaba la colaboración ferviente entre John Paul Jones y John Bonham. El bajo y la batería creaban una atmósfera tan envolvente y misteriosa que me perdía en cada compás. Esta canción es un testamento del poder y la cohesión del grupo, mostrando su capacidad para innovar y explorar nuevos territorios sonoros.
Houses of the Holy es, en definitiva, un disco de 10. Cada canción es una joya, una auténtica maravilla que muestra la diversidad y el talento incomparable de Led Zeppelin. Cada vez que vuelvo a poner la aguja sobre el vinilo, regreso a ese estado de nirvana musical, donde cada nota y cada acorde resuenan profundamente en mi alma.
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