Leonard Cohen - Ten New Songs - Alexandra Leaving

         

Dentro de la extensa trayectoria musical de Leonard Cohen , me es difícil escoger un disco , uno de los que más me gustaron sin duda fue Ten New Songs, disco que emerge como una joya en un oasis de ausencia musical de Cohen durante diez años en el que no grabó ningún disco

En 1999, Cohen se retiró durante un año al Centro Budista de Mount Baldy, en California. Durante este tiempo, estudió con el maestro budista Khenpo Tsültrim Gyamtso Rinpoche. El retiro tuvo un profundo impacto en Cohen, y su obra posterior estuvo marcada por una mayor espiritualidad.

"Ten New Songs" llevó a Cohen de vuelta al escenario musical después de una pausa de casi diez años, a la vez que lo guio por el sendero de la modernidad digital. 

El álbum fue urdido y tejido en su estudio personal en Los Ángeles El álbum fue concebido bajo la maestría colectiva de Sharon Robinson, quien no solo tuvo su mano en la producción, sino que también coescribió. 

Robinson se convirtió en una orquesta de un solo miembro en este álbum, dominando cada instrumento salvo la guitarra en "In My Secret Life", donde Bob Metzger hizo su entrada, y la orquestación en "A Thousand Kisses Deep", tejida por las manos de David Campbell. 

 Esta pausa musical la pasó Cohen en reclusión temporal, retirándose a los brazos del Mount Baldy Zen Center, en las cercanías de Los Ángeles. En estos años, el cantautor se convirtió en un monje budista Rinzai, abrazando el nombre de Jikan, que conlleva el peso del "silencio". A su vez, Cohen ejerció como ayudante personal del maestro Kyozan Joshu Sasaki.

 La crítica musical extendió su brazo de aprobación hacia "Ten New Songs". William Euhlmann de Allmusic derramó sus palabras de elogio: "Las canciones son melancólicas en su naturaleza, con títulos como "Alexandra Leaving" y "You Have Loved Enough", encapsulando magistralmente su atmósfera. 

El cierre del disco se manifiesta en "The Land of Plenty", un suspiro amigable que censura delicadamente la cultura del consumo, una idea que Cohen siempre mantuvo en su punto de mira. A pesar de su apacible existencia en el catálogo de Cohen, el resultado se percibe como un epílogo en toda regla".