Michael era un declarado amante de las películas de terror y acababa de ver una realmente notable: “Un Hombre Lobo Americano en Londres”, una mezcla de comedia con cine de terror dirigida por el director John Landis, que había llamado mucho la atención por los efectos especiales creados por Rick Baker, que incluían una impresionante transformación de este icónico monstruo en la pantalla.
Landis explicó que fue por esa fecha cuando recibió una imprevista llamada telefónica del propio Jackson. “Michael había visto el trabajo de Rick Baker, transformando a un hombre en un lobo. Estaba realmente fascinado por la transformación y me dijo que quería hacer una película en la que él se transformara en un monstruo en pantalla“.
Conseguir el financiamiento para materializar el video no fue nada fácil. Cuando Jackson presentó la idea a Sony Music, la compañía se negó a financiar el proyecto, por considerarlo demasiado costoso y poco rentable.
Landis agregó que “pensamos que costaría medio millón, que era mucho, ya que la gente se estaba gastando de 50 a 70.000 dólares por entonces. CBS y Sony Video nos dijeron que nos fuésemos al demonio. Así que Michael dijo, “está bien, yo lo pagaré”
Tras conseguir el financiamiento, John Landis y Michael Jackson escribieron el guion y se procedió a filmar el video en diversas calles del este de Los Angeles.
El video, de unos 14 minutos de duración, se estrenó en diciembre de 1983. Su impacto fue inmediato y su éxito, arrollador. La cadena MTV, debido a las continuas llamadas de los fans, llegó a emitirlo dos veces por hora. El video también vigorizó notablemente las ventas del álbum “Thriller”
El video, que también se emitió en los cines conjuntamente con la película de Disney “Fantasía”, también fue comercializado en formato VHS y Beta, vendiendo la friolera de 900 mil copias, transformándose en el videoclip más vendido de la historia.
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