Simon & Garfunkel - Bridge Over Troubled Water - The Only Living Boy in New York



         

         
    
       
      
  
      

 Recuerdo con especial cariño el primer LP que compré, allá por 1971. Antes de eso, ya había adquirido varios discos en formato sencillo, lo que hoy llamamos EP, pero ese álbum fue diferente. 
Era el primer LP que compraba, y no solo fue especial por eso, sino porque era un excelente disco: "Bridge Over Troubled Water" de Simon & Garfunkel. Este disco está repleto de grandes canciones que han dejado una huella imborrable en la música.
 La canción que da título al álbum, "Bridge Over Troubled Water", es sin duda una de las más emblemáticas, pero no podemos olvidar otras joyas como "El Cóndor Pasa", "Cecilia" y "The Boxer". Estas canciones se han convertido en clásicos, pero hay otras que, aunque no tan conocidas, me gustan muchísimo y tienen un lugar especial en mi corazón. 
 Dos de esas canciones son "The Only Living Boy in New York" y "Song for the Asking"
"The Only Living Boy in New York" tiene una melancolía y una belleza que la hacen única, y aunque no es tan famosa como otras, es una de mis favoritas. Por otro lado, "Song for the Asking" es corta pero preciosa, una verdadera joya oculta en el álbum. 
 Este fue mi primer disco, pero también fue el último de Simon & Garfunkel, ya que ese mismo año se separaron para seguir caminos diferentes en la música. 
Como suele ocurrir, esos caminos no fueron tan exitosos como el que recorrieron juntos, pero su legado como dúo sigue siendo inmenso, y "Bridge Over Troubled Water" es una prueba de ello. 
 "The Only Living Boy in New York" es una de las canciones más íntimas y personales del álbum "Bridge Over Troubled Water". Compuesta por Paul Simon, la canción refleja sus sentimientos durante la separación temporal de su compañero Art Garfunkel, quien se encontraba filmando una película en México en ese momento.
 La letra expresa una sensación de soledad y vulnerabilidad, pero también hay un subtexto de aceptación y resiliencia. El arreglo musical es tan conmovedor como la letra, con armonías etéreas y una producción que evoca la vastedad de la ciudad de Nueva York, contrastada con la soledad interior del narrador.


                 

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